viernes, 13 de noviembre de 2009

Ardor del Bueno

Te oí respirar
me sentiste llorar
unas lágrimas que no terminaban de secar
Nos ardía el cuello
pero ese ardor del bueno
un ardor que nunca se nos va a quitar
Un mojito seco
un canuto hueco
y un reloj de no mierda que no quería parar
Nos reímos de Esther Píscore
luego de cenar
sin ánimos de pensarlo
solo ganas de besar
Una maleta llena
un cuarto con mi olor
el día más temido, sí, era temor
Temblando en silencio
no hay nada que agregar
“limpia la casa, no olvides estudiar”
Una espera corta
el día no quiere terminar
un día que tal vez no debió llegar

Moo V
13/11/09

1 comentario:

  1. Esa clase de ardor nunca se olvida. Creo que son una de las pocas cosas que nos quedan mientras tomamos el lugar hacia algun lugar, ese momento, esa frase no dicha, esa verdad que aunque nunca sea dicha uno la sabe. Me gusto en verdad Nathy.

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